Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

martes, 26 de agosto de 2008

JUEGOS INFANTILES


Chirotear todas las noches hasta encalmarse, no era raro sino seguro, entre la plebada, que jugaba a la Cacachila, al burro encantado, saltalapiedra y cuando estaban mas grandecitos a la nalgada , que consistía en meter a uno vendado de los ojos al centro de un circulo formado por los demás jugadores , darle una nalgada y que adivinara quien fue , si lo hacía cambiaban de lugar…En este juego había gandayas que te dejaban ir no una nalgada con la palma abierta sino santo madrazo que te dejaba turulato, cuando uno de estos fastidiaba mucho , cuándo le tocaba pasar al centro , aunque adivinara lo negábamos y se quedaba hasta que se enfadaba y se dejaba de jugar…Cuando era a las escondidas , nos metíamos bajo los bosques de Agustina que brotaban entre los corrales de palo Brasil parado, como el bosque caía hasta el suelo se hacia un recoveco donde no se miraba nada y era difícil encontrar , hubo varios plebes que se quedaron dormidos en su madriguera , y otros que se les manchaba la ropa por la leche de la Agustina que era puro hule líquido- casi siempre a estos les pegaban una “pela” con varejón, por andar ensuciando la ropa, en el día nos íbamos los tapos en el Arroyón , y nos bañábamos bichis toda la plebada , los que sabíamos nadar , en lo hondo , y los que no se iban hasta la colita de la represa a llenarse de lodo…Era muy conocida la plebada que se bañaba en esas represas pues el agua oxigenada que contenía , tornaba el pelo descolorido y en ocasiones hasta rubio… Se hacían pandillitas cuando salíamos de la Escuela y nos íbamos a los corrales de Basilio, donde había unas grandes Higueras y Chípiles, con sus brazos extendidos que casi abarcaban todo el corral, brincábamos de brazo en brazo –como tarzán- jugando y por ahí andan varios contemporáneos míos con los brazos “cuchos” , pues se le quebraron después de tremendas caídas que sufrían porque se resbalaban o porque se quebraba la rama de donde se asían ,…Jugar a las catotas era emocionante , siempre nos revolcábamos en la tierra y rompíamos los pantalones de las rodillas de tanto jugar ,jugábamos al hogado , tirando primero a la raya para ver quien quedaba mas cerca de la misma e iniciaba las hostilidades tirando hacia el montón de catotas , procurando sacarlas sin quedar en la ruedita , pues eso era ahogarse y perdía automáticamente…La rueda era muy emocionante , esta era de gran tamaño y en el centro se ponían las entradas desde 4 a 6 catotas por plebe , se juntaban varias , también se tiraba de extremo a extremo de la rueda a la raya de la misma y el que quedara mas cerca empezaba a tratar de sacar las catotas de el centro de la rueda , para esto uno contaba con un “tirito”, que era una catota de determinado tamaño y peso o imagen , a la que generalmente uno le tenía gran confianza y cariño, si bien te iba tirabas desde la orilla de la rueda y le pegabas a una catota que salía de la misma , si te quedabas con tu “tirito” adentro , seguías tirándole hasta que salías o si no sacabas la catota que querías y no salía tu tiro , te quedabas “buchis” esto es expuesto a que te sacaran tu tirito dejándote fuera de la jugada , lo mas bonito era que al pegarle a la catota del centro tu tirito se quedara chantaleando –ocupando el lugar de la que sacaste - y ahí a lo cortito podías terminar por sacarlas todas y salirte de la rueda con la última…Era un bonito juego , valía la pena la revolcada que nos dábamos …Hoy ni en las rancherías mas pobres se juega ya a las catotas , todos los juegos son electrónicos , la plebada no hace ejercicio se limita a ser espectador aunque su cerebro eche lumbre sus músculos no se mueven...Los partidazos de beisbol a la base corrida y al pelotazo hicieron historia aunque usaramos bates hechizos de guasima y manoplas de mezclilla.

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