Minatitleco

Desde Minatitlan, Jaltipan Coatzacoalcos ,Cosoleacaque y demas poblados vecinos del estado de Veracruz se edita este higuereño

lunes, 30 de junio de 2008

AMIGOS HASTA LA MUERTE


Pasó hace muchos años, yo estaba pequeño aún, pero se hablaba del hecho hasta mucho tiempo después. Juan Sánchez y Benito Vázquez eran amigos inseparables, desde muy niños, participaban en sus juegos. Benito era zurdo y salió muy hábil para todos los juegos que practicaba. Jugando a la catota tenía un cálculo exacto para caer en la rayita y ser el primero en tirar y cuando lo hacía quedaba “chantaleando” en el puro centro y casi siempre terminaba con todas las catotas que estaban dentro de la rueda sin quedarse “buchis”.Juan por su parte no era tan bueno para los juegos pero siempre era “horros” con su amigo y nunca perdía. Además con ser fácil de entendederas y en la escuela era de los primero ayudaba a su amigo con la tarea y a veces a darle copia cuando había reconocimiento.
Ellos dos junto con otras plebes de su edad, formaban cuadrillas de corte de ajonjolí, que llegaron a causar gran sensación en el rancho, por su alto rendimiento. Agarraban contratos de corte y en muchas ocasiones –sobre todo con las lunas de octubre- hasta en la noche trabajaban. Esto les redituaba buenas ganancias lo que les permitía traer siempre dinero y ser buenos partidos para las plebes meneadas del rancho.
Los domingos en el rancho se acostumbraba ir pasear a la cruz del calvario que se encontraba en una lomita de suficiente altura, de donde se podía ver casi todo el valle donde esta ubicado el poblado. Subías agarrándote de la vara blanca o de las lajas que sobresalían a la vera .Al llegar arriba se paseaba uno arriba de grandes rocas muy conocidas que hasta nombre tenían, la mesa, la bola etc...Ahí las parejas se juntaban para dar gracias en la santa Cruz y de paso se demostraban su cariño con miradas de borrego ahorcado y de manita sudada-era a lo más que llegaba la plebada con las novias-siempre vigilados por chaperonas-tías o hermanas mayores-.
Ahí Benito se hizo novio de la Justina, que aunque esta era cuatro años mayor que el, no le importaba nada, andaba bien metido con ella. El noviazgo continuó durante un año y parecía que llevaba visos de matrimonio. Benito le pasaba muchas trastadas a la Justina –pues era muy coquetona y cada rato le daba picones-, pues la quería a la buena, y siempre creyó que le hacía las cosas por vacilarlo nomas, o sea de juego. Sin embargo ya iban varias veces que la sorprendía platicando y a veces notó que se agarraba de la mano con un plebe delos Troncones-acá pala sierrita nomás- .Ya pa juego se le hizo mucho y cuando le reclamó, la Justina nomás se rió y le hizo una mueca.
Por eso esa noche del baile en el rancho se puso a tramar algo con su amigo Juan.
-“Traimelo como puedas pa lo oscurito, aquí en la esquina del corral cuando llegues con el me los dejas solo, lo voy a madrear al compa”-le dijo ya bien encabronado con su novia y el compa de los Troncones, que en ese momento le sacaba plática en la enramada.
-“Ta bueno”-dijo Juan perame tantito-,y se fue a buscar al rival de Benito.
Empleó toda su labia, Juan para darle confianza al compa, y le invitó dos cervezas. Al rato lo convida a “tirar el agua” y el compa de los Troncones muy de acuerdo lo acompaña.
“Vamos pa los corrales”-dice Juan.
El compa se resiste, “ta muy lejos, vamos a tras de la carreta ay ta la gente compa, además está haciendo mucho frio y no traigo “yompa”.
-“Nombre póngase la mía, que ya me dio calor a mi” le dice Juan al tiempo que se quita su chamarra de pana con borrega al cuello-esta chamarra la usaba tanto Juan como Benito cuando alguno iba en plan de conquista, la chamarra era el amuleto y se sentían mas catrines con ella. Se puso el compa la chamarra y se encaminan al corral que estaba cercado de palo parado, de puro brasil, y arropado por bosques de “agustinas” , lo que volvía mas lúgubre el lugar. Ahí entre las guías de agustina se encontraba Benito rumiando sus celos y tramando como llamarle la atención al romeo que quería bajarle a su damisela.
Los miró desde que salieron de la luz del fandango, no los perdió de vista pues sus siluetas se acercaban lentamente a donde el se encontraba, listo para descargar su ira, se secó la frente con el pañuelo, se tomó un trago de cascagüin, y cuando los tuvo frente a si, no se dominó y le ensarta la daga en la panza al odiado rival.
Se desplomó el cuerpo con la herida mortal, al tiempo que el acompañante sale corriendo rumbo a la luz de el baile dejando al malherido acompañante, musitando:
-“¡Compadre soy yo!” –dijo apenas Juan, vomitando sangre,”¡ te confundiste!” ..
-“¡Clarito te vi con nuestra chamarra, compa!, ¡ni modo pa que no sufras ay te va el otro!”
Al tiempo que lo remata con otra estocada, y sale de huida para no saber nunca mas de el.Se dijo que se había suicidado , otros decían que lo habían visto en Mexicali,la verdad es que hasta hoy que estaría cumpliendo 80 años, nadie sabe nada cierto.La novia se casó con uno del Palo de Asta y aún vive .Juanito fué enterrado y su cruz es de las que se han deshecho por el paso del tiempo en el panteón de las Higueras.

viernes, 27 de junio de 2008

LA SUERTE DE RAFAI


Rafai andaba diario por ese camino real que unía las Higueras con el palmar de los Sepúlveda, y comunicaba en el trayecto a la entrada de todos los cercos desperdigados a ambos lados. El camino además era en gran tramo arroyo donde se juntaban arroyuelos que bajan de lomeríos distintos .Estaba el camino en la parte del arroyo ,desgastado por las corrientes centenarias, haciendo a cada lado altos paredones y el lecho del mismo gruesa capa de arena blanca. El camino es angosto, pero cabe un carro no muy grande y en aquel tiempo, solo transitaban carretas jaladas por bueyes. En la parte alta del paredón y a veces en sus caras, surgían cactus de diversas variedades, pitayas de diferente tamaño, nacidos y choyas. Los arboles mas frecuentes que sombreaban la rúa eran “torotes” con sus típicos tallos color durazno, llenos de capas finas , como piel ,que parece se están siempre despegando del árbol .Palo pinto, mautos altos , algunas amapas y mucha vara blanca que se entrelazaba con los postes de Brasil y el enmohecido alambre de púas.
Ese año sembró al partido con el dueño del terreno, y para su desgracia el ajonjolí que era envidia de la gente que pasaba y que prometía por lo menos 30 sacos de a 100 kilos, fue arrasado por los vientos del ciclón que azotó esa temporada. Quedó todo tirado y dobladas las matas .Cuando se llegó la cosecha tenían que cortar en la noche para que no se les tirara la semilla y ni así logró recoger la mitad de los que se esperaba. No quiso ir ni siquiera a la fiesta del Cerro Agudo, siendo que el no se perdía ni un año desde que tuvo memoria. Pero Octubre para el era de chamba y tratar de salvar lo mas que se pudiera de su maltrecha siembra.
Una calamidad no llega nunca sola. Cuando mas atareado se encontraba con el corte de ajonjolí, el rafailito que apenas cumpliría 3 años el 18 de diciembre, se cayó dentro de la noria que estaban cavando al fondo del corral, afortunadamente fue sacado a tiempo y lo llevó con “Chico” al Cerro Agudo, pero este se lo mandó al Dr. Díaz a Guamúchil para que lo internaran. Si “Chico” lo mandaba , es que realmente lo requería, porque aunque no estudió para doctor por Dios que sabía mas que muchos que si se habían recibido-Rafai le tenía mucha fe a Chico desde que le quitó los calenturones que le daban con el paludismo, aquellas calenturas que lo lanzaban a un pozo profundo , hondo y oscuro ,pa de repente sentir que andaba en las alturas y capeándose de unas bolas de colores que se le venían encima y cuando casi lo iban a aplastar se convertían en pequeñas catotitas con las que podía jugar, luego empezaba a sude y sude hasta morirse del frio. Todo eso se lo alivió Chico y casi ni les cobraba nada por atenderlos.
Esto pensaba Rafai al tiempo que cargaban en la carreta los pocos sacos de ajonjolí que cosechó. Ahí mismo, en el cerco, le hizo cuentas el patrón y le dijo que aún le salía debiendo como 500 pesos. Ante estas injusticias, Rafai montó en cólera, se peleó con el patrón y no quiso subirse a la carreta para regresar al rancho. Ya que calculó que el patrón había caminado lo suficiente con la carreta, y que el había logrado sosegarse un poco, emprendió el regreso caminando, imbuido en sus pensamientos y pidiéndole a Dios con toda su alma que no le pasara nada a rafailito, que por dinero no había problema, pues se iría para la costa a la pizca de tomate con los “chichinaris” que todos los años hacían reenganche de gente hasta que el troque de Luisón se pandeara.
Cerró la puerta del cerco, agarró camino pa las Higueras, pasó la puerta de la “higuerita”, miró unos racimos de aguamas que estaban amarillando, se subió al paredón como pudo y cortó dos-bien tatemadas las van a disfrutar mis plebes, se dijo, - Siguió el camino mirando la fresca huella de la carreta, observó que esta había arrancado una piedra de la cara del paredón en un momento que las ruedas se habían pegado mucho al mismo. Trató de colocarla en el mismo lugar y ¡sorpresa!..En el hueco que dejó la piedra arrancada por la carreta se apreciaba un tepalcate grueso y viejo y dos monedas grandes y brillantes que no cabía ninguna duda eran de ¡oro!.Rafai se paralizó primero, después sintió que estaba soñando se salió por un instante de la realidad, pero poco a poco recuperó la cordura y empezó escarbar el lugar, que le derramo sobre sus pies una incontable cantidad de monedas .Todos eran centenarios, lo supo después cuando llevó las primeras dos al Banco en Guamúchil y le dieron por ellas, lo que la cosecha completa no le hubiera dado.
Desde entonces se trasladó con toda su familia a Guadalajara, donde actualmente vive, dueño de cuatro bodegas en la central de abastos, donde compra las mejores frutas y verduras para surtir a la región. Rafailito salió muy bien y ahora es Ing. Químico, los otros tres plebes ya lo llenaron de nietos, y cada vez que lo quieren escuchar cuando esta sentado en su mecedora al lado de su vieja ,les cuenta cuando se encontró el tesoro por irse a pie atrás de la carreta.

jueves, 26 de junio de 2008

PERSONAJES DE MI PUEBLO-TIA LUISA-


En uno de esos días que Diosito amaneció de muy buen humor, se le ocurrió dibujar un pequeño valle rodeado de verdes cerros y ahí en el centro, brilla como estrella el más bello de los pueblos. Las Higueras de los Vegas que siempre están en mi recuerdo. Ahí se produce, desde hace muchísimos años, el mejor queso, el suero y el requesón. Se siembra y se cosecha en abundancia, cacahuate, sandía y tomate de exportación. No cabe duda que, sus tierras sembradas verdean como esmeraldas, formando una linda alfombra donde pone sus pies Dios, que no abandona para nada a las Higueras .Las Higueras lindo pueblito es pues por gracia de el Creador, lo mejor de Mocorito, y de todo Sinaloa desde la Concha al Carrizo.
Al caer la noche, el silencio brota de la tierra y se confunde con el aire fresco que llega del portezuelo. Las aves nocturnas arrullan con sus cantos y de los arroyos que rodean abrazando a las Higueras llega el perfumado e inconfundible aroma a chicura. Y del cerro de la “peña” alegre sale la luna, parece que está más cerca de la tierra cuando pletórica de luz se derrama entre los requiebres de las colinas que yacen al pié de los cerros.
En esas tierras , en ese rancho vivía mi tía Luisa, hermana de mi abuelo,. Ella disfrutaba de la naturaleza a lo máximo y contagiaba a la plebada al grado de tener un grupo bien formado de seguidores-niños niña y algunos adultos- que la acompañaban a la menor señal de ella para realizar diversas actividades que la llenaban de regocijo. Una de ellas muy gustada era ir a cortar salvia, para colgar los mazos de esta aromática rama, que después se usaría como condimento o pa té en diversas enfermedades. Mi tía Luisa era quiérase o no un factor muy importante en las cosechas de cada temporada, les explicaré porque. Cuando el tiempo de aguas era malo y las “calmas”-días sin llover- eran largas, ella juntaba a los chamacos, se echaba el santo de su devoción a cuestas y empezaba un periplo, un recorrido a pie por todos los “cercos”, empezaba por las calabazas seguía a las gildas, el reparo los mezquitillos, daba vuelta por el aguaje para subir a las lomas de las tochis, pasar el chapote ir al noroto, salir a la palma, daban vuelta por el cerrito. No siempre completaban el recorrido, pues después de muchos días sin llover, como por arte de magia o milagro, eran mandados a su casa por tremendos aguaceros que llenaban de júbilo a toda la gente del rancho, que estaban desesperados porque las milpas, los cacahuates o ajonjolí, languidecían por la falta de agua. Y la otra era ir a cortar roscas de guamúchil, sabroso fruto que se cosecha en los meses de mayo y junio. A mi tía le gustaban tanto estas salidas que una ocasión andaba durmiendo al nieto-el Ocho hijo de Pedrito y la Chavela- cuando el Ocho estaba quedándose quieto en sus brazos , se escucha a la plebada llegar a su casa dando de gritos:”Tía Luisa vamos a las roscas”..¡Apúrese!
Ante tanta urgencia mi tía contesta quedo pa no despertar al Ocho
-“Perense tantito déjenme acostar al Ocho”, al tiempo que cual diestra canastera de basquetbol lo avienta a la cuna que colgaba del centro de la viga agarrada con cuerda de ixtle y dos ramas de papachillo. El Ocho entró perfectamente a la cuna pero esta no tenía puesto el bastidor y se fue el plebe de paso cayendo en la base del hornillo amortiguando entre las cenizas, al instante pega el grito el chamaco mas que de dolor de susto pues no le pasó nada.
-¿Qué pasó Tía, porque llora el niño?”- preguntó la Chavela.
-“Ay Chavela no es nada –dice mi tía- es que casi se me caía el Ocho” al tiempo que lo sacudía para quitarle la ceniza que tenían lista para el agua de cernada

miércoles, 25 de junio de 2008

LA PELEA DE JUAN PALOMAS


En la ranchería más bonita de Sinaloa-Las Higueras de los Vega-, llegó una temporada como fuerte afición, el boxeo. La raza se reunía en la refresquería de Juanito-Gastelum-, esta estaba ubicada en la calle principal del rancho, frente a los corrales de tía Tula-mamá de Juanito-.Ahí se escuchaban las peleas sabatinas, por radio. Un día se le ocurrió a Juanito comprar un par de guantes de boxeo, y estos inmediatamente fueron el mayor atractivo de la refresquería. Los chamacos fueron los primeros en usarlos, pues los adultos los encandilaban para que pelearan y fueran la botana del día. Sin embargo también se dieron grandes peleas entre nuestros mejores exponentes -en el arte de Fistiana-del rancho. Daniel Sánchez, hijo del “maistro Toca” , –quien practicaba acostado permitiendo que le dejaran caer grandes piedras en el abdomen – contra Manuel “Polio”, fue una gran pelea que sacó chispas. O la de “Meme” López contra Fernando “Nando” Avilez- quien hizo famoso su gancho al culo, cuando peleo contra el “Mocho” Barrancas en Guamúchil- también fue una inolvidable pelea que nosotros de plebes disfrutamos en primera fila –siguiendo a los contendientes por todo el terreno hasta la arena del camino frente a las trancas de los corrales, ya que no había ring.
Conforme se agarró experiencia en organizar las peleas, se empezaron a programar las mismas, lo que daba la oportunidad a que los gladiadores pudieran ejercitarse y prepararse a conciencia para sus combates. Claro, los comentarios en los días previos eran la comidilla del rancho, todos opinábamos y teníamos nuestros favoritos, llegándose a tramar apuestas – éntrelos plebes de catotas o fichas aplastaditas pa jugara a la cuartita-.
La pelea grande para un fin de semana fue la que protagonizaron, el “Mudito de la Playa” contra “Juan Palomas”-nieto de Esteban el “Miope”. Ambos boxeadores eran del mismo peso, “Juan Palomas “ era alocado, lépero y muy corajudo, mientras que el “Mudito de la Playa”, se portaba tranquilo y nunca nadie lo escuchó decir ni una leperada- aunque si señas obscenas -.
Se llegó el famoso día –domingo- la raza no fue a “fainear”, para no perderse tan esperada pelea. Vinieron las preliminares, “Pinocho de la maistra La” contra “el Borolis” y “Milio de la Chaga” contra “Garito de la Gume” estas pasaron sin pena ni gloria , luego se prepara la estelar.El mánager de “Juan Palomas” fue Epifanio Sámano, le puso los guantes le dio instrucciones , le roció con agua la cara –el agua la traía el manager en la boca y le salió llena de tabaco del macuche que no apagaba por nada-, lo limpió con su pañuelo colorado y se declaró listo para iniciar la pelea. El Manager de “el mudito de la Playa” era “Guy” Espinoza, le hizo algunas señas, le puso los guantes y también listo para la pelea.
Suena el cencerro- que se robó Nan de una vaca de tía Tula- y se abalanza el mudito tirando golpes como abanico, sin darle tiempo a “palomas” de reaccionar, solo se tapó con los guantes la cara y empesgó a gritarle :
- “Tate quieto mudo, o te voy a dar unos chingazos”- Y el mudito seguía con una fiereza que no esperábamos jabs , ganchos , golpes al hígado a la cabeza a todos lados y “paloma” levantaba los pies para darle patadas y seguía gritándole..”Que te tes quieto te digo mudo jijo de la chingada, que me voa enojar”. Pero el “Mudito de la playa “ no nomás era mudo , también era sordo y además bueno pa pegar cates , dejó al pobre paloma sin plumas .

martes, 24 de junio de 2008

LA SANDIA DEL GUAYABILLA


Ramón Cervantes Lugo alias el “Guayabilla” , primo segundo mío , nieto de mi tío Toño “sanso”, quedó huérfano de padre , siendo aún muy pequeño. Creció en el rancho casi sin cuidado, andaba bichi de plebe y se fue haciendo fuerte con los golpes y las caídas.
Se las urdió en la vida para satisfacer sus necesidades, y como las carencias aguzan el sentido, el guayabilla se hizo listo y rápido de mente y piernas.
Se juntaba con plebes más grandes, aprendiendo de ellos lo bueno y lo malo. En la escuela se liaba a golpes con el que se le pusiera enfrente sin temor a salir con la nariz rota-lo que sucedía muy a menudo. Era un “entrón” –dicen en las Higueras-pero era muy cuisuqui y daba mucho cosijo con la plebada.
Rodó en diferentes chambas. Les metía muchas ganas pero luego perdía el entusiasmo y le buscaba por otra parte.
Se juntaba con los plebes –los primos del rancho-que andaban en las corridas de la sandía. Así fue como llegó una vez a la costa de Guasave, al ejido Roberto Barrios donde anduvo de “pichador” de sandías-, pues no conocía el trabajo-ni la sandía madura para ser cortador-.Como el oficio ese se le hizo muy duro y mal pagado –el quería ser jefe de cuadrilla- le buscó y se fue a otro ejido donde estaban solicitando un jefe de cortadores de sandía.
Con la seguridad que siempre externaba, llegó ante el dueño de la huerta de sandía y le dijo, que el quería la chamba de jefe de cortadores y por eso había viajado desde las Higueras-cuna de los mejores cortadores de sandía de el noroeste de México hasta la Unión Americana-para hacerse del trabajo.
El dueño de la sandía se apantalló con el origen de aquel pelado de segura presencia y buen hablar, y nomás como mera rutina-ya que supo que era un Cervantes de las Higueras ,y de ese rancho los Cervantes son garantía de saber el oficio-le dijo a ver que tanto conocía de la fruta.
-Pues demuéstreme que usted sabe cuales sandías están maduras, tres cuartos o de plano verdes.
El “Guayabilla” ni se mosqueó y con toda su cara dura –como estaban en plena huerta – le dice al que sería uno de sus cortadores
-Córtame esa sandía- señalando la más grande pues creía que esa estaría sin duda bien madura- y pártela.
El cortador, corto la sandía la puso en medio de todos los que ahí estaban-dueño y cuadrilla que iba a jefaturear el “Guayabilla”- la partió y la sandía salió tiernita ¡bien verde! .El perdulario muchacho al instante le dice al cortador. ¡No quiero que me cortes ninguna de esas! . ¡Puras maduras quiero! Y a darle que es mucho lo que hay que hacer.

lunes, 23 de junio de 2008

MOTO Y LA NOVELA RINA


Ofelia Medina y Enrique Alvarez Felix protagonistas de RINA

Moto era un hombre moreno claro. Delgado y correoso, con la piel curtida por el sol. Se dedicó siempre a la vaquereada-era cowboy-.Desde que lo conocí lo miré en su caballo enjaezado, con armas y cojinillos, reata de cuero crudo y sombrero con barbiquejo. Un vaquero en toda la palabra.
Vivía en la salida norte del rancho-rumbo al Palmar de los Sepúlveda- y ya de viejo agarró la costumbre de ir todas las tardes y cuando podía también en las mañanas, a la tienda y refresquería que tenía Nando cerca de mi casa en la tienda vieja de Rafai Castro.
Sus viajes, al principio eran por el ocio y aburrimiento, y se entretenía mirando los largos juegos de “paco”, las aguerridas careadas de volibol, o las interminables mesas de dominó. Los jugadores eran los mismos día con día y casi también los resultados. Inclusive las pláticas rondaban sobre lo mismo a diario, salvo algo novedoso como la fuga de alguna plebe con el novio o la muerte de algún vecino. Por las noches el entretenimiento se centraba en la radio o las novelas de la TV-Rina andaban de moda en ese tiempo, la jorobadita que después de la operación quedó para concurso de belleza así estaba Ofelia Medina-
Pasó luego que Moto fue flechado por Cupido. y sus viajes se tornaron suspiros y lamentos, porque su amada no estaba enterada de aquel noble sentimiento que germinaba aceleradamente en el viejo vaquero..Llegaba se sentaba en la arenosa tierra y centraba toda su atención en la cercana casa donde habitaba una viuda joven y bella. Cualquier sombra o movimiento que alcanzaba a distinguir con sus miopes ojos, le aceleraban su latidos cardíacos y lo volvían un plebe loco de amor.
Moto creía que nadie sabia de sus amoríos secretos, pero la raza carrilluda del rancho desde el primer día que lo notaron ido , ausente y turulato , se dieron cuenta de que moto andaba cacheteando la arenita por la viuda.
Algo ha de ver visto o sospechado la Chavela-mujer de Moto-,porque empezó a interrogarlo , demostrando que algo sospechaba.
Llegó noche Moto y le dice la Chavela.
-¿Onde andabas Moto?
Taba con Nando-contesta el enamorado galán.
-¡mj! ¿y que hacías a estas horas con Nando, le estabas ayudando a cerrar el abarrote?
-Taba viendo la novela-dice el atolondrado vaquero-
¿Y en que terminó?-dice la perspicaz Chavela con toda la agudeza de su sexo , sabedora de la trama de la novela ya que ella la estaba mirando también en su casa.
¡Mataron a Rina! Contestó el entoloachado romeo, que apenas logró esquivar el reatazo que le mandó su vieja por coscolino.

jueves, 19 de junio de 2008

LOS REGAÑOS DE TIO ALBINO


Albino Vázquez, era nuestro vecino y le decíamos tío, no se si por respeto o porque realmente lo era, aunque mi papá también le decía tío. Era completamente analfabeto y su esposa la “Nita” también .Vivían en su casa de adobe con horcones de mauto y vigas de amapa, la casa solo tenía un cuarto grande y uno pequeño que fungía como cocina. Ahí mismo vivía tía Balta suegra de Albino y su otra hija –la Emilia- con sus hijos que eran siete.
Tío Albino y la Nita tenían dos chamacos, el mayor, Cheto-de mi edad -y era compañero mío de salón en la escuela, siempre fue duro de entendederas para las letras y prefería acompañar a su padre en las labores del campo. La hija dos años menor que Cheto, también fue mala para la escuela.
Las actividades de los chamacos en aquellos días, eran ayudar a los padres en el campo, y en casa los hombres alimentaban a los animales domésticos con que contaba la familia, las mujeres ayudaban a sus madres en la cocina barrían o cuidaban las gallinas.
Al tío Albino lo oímos en muchas ocasiones reprender duramente a sus hijos por no hacer bien las cosas, hasta ahí todo bien pero lo que nos causaba hilaridad era la manera.
Una noche Cheto amarro el burro en el horcón del portal como lo hacia todos los día. Al día siguiente el burro no amaneció donde lo dejaron .Al tío le urgía llevarse el burro al cerco pues traería carga de allá y al no encontrarlo montó en cólera-ya que no pudo montar en burro- e increpó a Cheto.
- “¡Cheto jijo de la chingada no sabes amarrar un burro! . ¿Que te enseñan en la escuela pues? “
- Y a la Mema en otra ocasión la regañó de la misma forma
- “Mema no sabes llenar un bule..¿Que te enseñan en la escuela?”
Mi tío en su ignorancia neta, creía que iban a la escuela a que les enseñaran a arar amarrar burros llenar bules hacer lonche etc. pues en eso consistía la vida que el conocía. No se hacía ni navegaba con bandera de pe..nitente, era su verdad.
A un sobrino-hermano de mi papá- le pegó el grito cuando iba en la calle
-¡Valerio- le dijo
¡Guasumara-wat´s the matter- tío! Contestó Valerio en ingles champurrado.
- Por un momento se desconcertó el tío Albino, pero se repuso al instante y le ripostó
- “La tuya jijo de la chingada plebe lépero”.

SOFTBOL Y CAPIROTADAS



Antes que nada un saludo a los cuatro lectores que me han seguido en los chismes softboleros Les comunico que he estado prácticamente fuera de circulación, porque ando muy preocupado por lo que esta pasando con Juan y Sofía. Que gente tan salada, salen de una y pácatelas caen en otra. Ese cabrón de Fernando Escandón ya lo traigo entre ojos, lo quisiera agarrar en mi consultorio para usar el electrofulgurador en salva sea la parte a ver si va seguir haciéndole la vida pesada a los Reyes y a la Gabriela arrancarle pelito por pelito de la barba que ya la tiene mas grande que yo. Una vez desahogadas mis “muinas” procedo a decirles que estamos bien alborotados y contentos como plebe con juguete nuevo, porque ya va a arrancar el nuevo campeonato de softbol de jubilados en las LIGAS PEQUEÑAS. Ha habido un descanso que ya se nos antojaba muy prolongado .Nosotros los vetarros necesitamos actividad diaria, si no pues nos enmohecemos .Este nuevo campeonato nos trae inquietos y ya algunos equipos están celebrando juegos amistosos. Por el momento nuestro equipo JUBILADOS DE LA CUAUHTEMOC estrenará trajes – que gentilmente nos donó Don Ángel Flores-previo pago de 300 pesitos. Sufrimos algunas pérdidas de jugadores, se me viene a la mente la de mi cuate Abel Cartas, quien se dio de alta con otro equipo .Me confesó que lo hizo para que no le dieran mas carrilla por el pozol que se toma Rivera y lo culpan a el. Por otra parte los HERMANOS ROSALES , no dan señal de vida, y los jugadores que formamos el equipo andamos seriamente preocupados. Si alguien ha visto a Juan Carlos o al SOL Jorge, que se reporten .En Jaltipan nos esperaron pues ya nos tenían anotados en el campeonato. Claro después de varios juegos sin ir quedamos automáticamente fuera. El Dr. Armando Escobar anda alborotando a la raza para integrar un buen equipo que haga un buen papel en el próximo campeonato que el Ing. José Luis Minaya va a iniciar en los campos del Tecnológico. Por este medio le pedimos a los ex integrantes de el equipo FELINOS se reporten conmigo o con Escobar, para hacer la lista de jugadores que formaran el equipo. Tío Güini-Recuerda el tío cuando tuvo la más grande racha de mala suerte en su lejana juventud. Aún estaba chamaco y en su casa no había nada para comer. El con su infundia su tesón y positivismo que lo acompañó siempre, tomo su resortera y se encaminó al arroyo cercano donde ocasionalmente bajaban algunas palomas “alas blancas”. Con una que mate para asarla y comerla con chilitos –pensaba el tío-Pasó más de dos horas espiando el palo mulato donde siempre se paraban algunas palomas. La espera fructiferó. Cuando ya había perdido la fe escuchó el aleteo característico de la paloma al posarse en la punta de la rama.se sacó la redonda piedra de la boca le dio un beso, la depositó en la “hondilla” de la resortera. Tiro suavemente al tiempo que apuntaba .Soltó la piedra, se escucha un ruido sordo y la paloma cae revolcándose en la hojarasca seca –bajo unas enredaderas-guiándose por el ruido la recoge el tío y empieza a desplumarla .Se encamina de regreso a casita con su preciada prenda muerto de alegría, anticipándose al banquete que disfrutaría, la tira al aire y la cacha en dos ocasiones liberando su adrenalina. A la tercera vez que la avienta al aire, nada más miró una sombra y escuchó el zumbido que se produjo al bajar un gavilán, que con diestro movimiento se la arrebató casi al caer en sus manos. Triste experiencia del tío que comprobó la certeza del refrán “del plato a la boca a veces se cae la sopa”. Hasta la próxima SDQ.

miércoles, 18 de junio de 2008

SANDIAS DE LAS HIGUERAS


Hablando de “veranos “ y sandías, en un retaso de mi memoria apareció el momento en el tiempo, cuando mi papá cuidó con tanto esmero la primer sandía que encontró en su recorrido por el “ verano” ese año de 1955, en el “Charco Largo”.
Eran solo tres hectáreas de sembradío, casi todo creció al parejo sin plaga ni mal tiempo que le hiciera daño. En poco tiempo la tierra negra y porosa fue desapareciendo, quedando en su lugar el verde vergel, la ramazón de guías entretejidas, levantaban sus retoños al cielo. Entre las puntas de las guías aparecían pequeñas sandillitas que brillaban atrapando luz entre su abundante vellosidad que las vestía como hadas encantadas.
Una de estas sandillitas, se reveló al tiempo y a la naturaleza, y por su cuenta empezó a sobresalir en la huerta creciendo de manera tan acelerada, que al poco tiempo se miraba sobresalir entre el frondoso bosque de hojas verdes y plateadas del “verano”.
Mi papá no fue inmune a los encantos de esta precoz sandia, verla y quererla fue una cosa. Cuando la miró, nos llamó a todos y nos la señaló deshaciéndose en cumplidos para la frutita, que orgullosamente lucia su brillantez de ternura en la mullida cuna de guías y hojas.
- Esta sandía va a crecer mucho-decía Chacho-y la vamos a cuidar para que no la pique ningún pájaro.
Dicho y hecho, se tapaba todos los días con ramas de guayabilla fresca, la vigilábamos en las mañanitas al salir el sol, porque a esa hora los pájaros desde cardenales a chontes o gorriones, en parvadas remolineaban sobre el sembradío para saciar su apetito.
El verano dio muchas sandias, brillaban a contraluz las verdes frutas, las había pequeñas grandes largas o redondas, pero la sandia querida era especial, grande, oscura de tan verde, y sobresalía en el verano, a pesar de que se tapaba con ramas frescas.
Se llegó el tiempo de madurar, y la sandía cuidada con tanto esmero, empezó a dar signos de estar sazona.
-“mañana la cortaré”-dijo Chacho-
-“Ya está bien madura”- añadió- “la llevaré a Guamúchil para exhibirla, pues de este tamaño no creo que ningún verano haya dado alguna vez una sandia igual”.
Al día siguiente en la mañana procedió a visitar la sandía y como si estuviera efectuando un rito, se acuclilló, quitó las ramas que la tapaban con gran parsimonia, le dio dos palmadas, cariñosas y procedió a cortar el güispuri que la sostenía con su navaja sandillera, luego preparándose para el gran peso de aquella gigantesca fruta se para, se inclina, la toma y ¡Bolas!..La gran sandía no pesaba nada, le dio vuelta y apareció la razón. Un agujero del tamaño de un puño, hecho con gran delicadeza y la sandía hueca por completo con huellas de arañazos en el interior de su cáscara, lo que llevó a mi papá a discernir que fue un mapache el autor de tal felonía. Ese día fue de gran tristeza en nuestra casa, y durante mucho tiempo plática obligada de mi apá con sus amigos, y no sería grande su trascendencia, que 50 años después yo estoy escribiendo de lo mismo en recuerdo de mi viejo.

martes, 17 de junio de 2008

EMILIO Y EL COYOTE




Tener un “verano” –huerta de sandía- en nuestra ranchería, era motivo de orgullo y júbilo, sobre todo para los plebes, que participábamos activamente en su formación hasta que se “tiraba”-abandonarlo porque ya no daría sandía-.
Tenía esta actividad agrícola, una rara fascinación sobre nosotros. Nos gustaba desde el momento del barbecho, cuando se pasaba la rastra, tirada por mulas, para doblegar a los inhiestos “bledos” espinosos y resecos ya, que abundaban en las tierras bajas. Estas tierras eran las preferidas para la siembra de la sandía por que conservaban la humedad tan necesaria para la delicada planta. Después marcaban los surcos para equidistar las plantas, y nosotros a la par de nuestros padres y tíos corríamos entre los surcos tirándonos con los terrones negros y brillosos por la humedad, que auguraba buena siembra.
Una vez que la planta nacía era acreedora de mil cuidados, para un crecimiento sano .Los adultos manejaban algunos fumigantes si se detectaba plaga. Nosotros por nuestra parte arrancábamos las hierbas malignas apenas asomaban su presencia entre las matas de sandía, y ya mas grande esta cuando soltaba sus guías, con sus cogollos mirando al cielo como alas de mariposas verdes queriendo remontar el vuelo, cuidábamos de que los cardenales,”chontes” y gorriones no saciaran su apetito con sus renuevos, para eso usábamos las resorteras y en ocasiones las hondas para ahuyentarlos.
Se ponía alrededor de la huerta un cerco de alambre y en la base de todo el cerco se rodeaba de ramas espinosas-güinolo o bainoro, a esta rama tirada le llamábamos “lomillo”-, para evitar que mas tarde cuando ya estuviera dando fruta, entraran animales más grandes - coyotes y liebres -a comérsela. Muchas veces, si no es que siempre, los astutos coyotes horadaban el “lomillo” y entraban a comer sandía-siempre la madura -.Nosotros recorríamos todo el cerco buscando el portillo y en ese lugar colocábamos trampas para detener a los ladrones animales .Cuando un coyote caía en una trampa, era tan difícil quitársela, que la gente se arremolinaba para no perderse el espectáculo, se usaban horquetas para inmovilizar al canido y aún así pocos se animaban a quitar la trampa .En muchas ocasiones ni se arrimaba uno por la fiereza del animal y este nos dejaba el pedazo de pata en la trampa o se la llevaba –la trampa -consigo .
Estando mi hermano Emilio ya adolecente, se dio cuenta de una cualidad innata en el, y después le sacó mucho provecho en los veranos, siendo el ya el patrón. Un día cayó un coyote en la trampa y parecía que doblaba en fiereza al más rebelde de los que habíamos atrapado. Emilio tocado sabrá Dios porqué, se dirigió directamente al animal, le habló quedo y se arrodillo junto a el sin que el coyote, que no dejaba de verlo, hiciera movimiento brusco o denotara desconfianza, le tomó la pata entrampada y delicadamente se la liberó. Los coyotes al ser liberados parten brusca y velozmente del lugar del accidente, este se le quedó mirando a su libertador y lentamente dio la vuelta y enfiló al monte de donde había venido, ya para penetrar en la espesura se para, voltea como despidiéndose y desaparece. No fue la única vez que Emilio lo hizo, después tuvo varias oportunidades con otros coyotes con el mismo resultado, al preguntarle que les decía solo nos respondió que el se aproximaba a ellos confiado de que no harían nada y así era.

lunes, 16 de junio de 2008

PERSONAJES DE MI PUEBLO-LA DARÍA-


La recuerdo bien. Chapita , morena .muy delgada pero fuerte pues resaltaban sus músculos y tendones , demostrando que era falsa la fragilidad que aparentaba .Ella trabajaba a la par que su marido, en la parcela que tenían a la vera del camino las Higueras-Cerro Agudo. Muchas veces los encontré sobre el pardo asno, enjaezado con viejo fuste de pitaya, fumando grueso macuche de hoja de maíz-para correr los bobitos decía ella-.Tras ellos al caminar siempre quedaba el olor agradable de tabaco puro quemado, y el mormullo de sus pláticas inacabables se perdía entre el lomerío que arropa el camino en ese recodo donde se juntan el de la manguera de Güicho con el camino de las Higueras.
Ya estaba grande –ella- cuando se le murió un hermano en la costa de Guasave. Se trasladó al lugar donde radicaba su hermano y se hizo presente con la familia entre llantos tan sentidos, que no podía la gente dudar del gran dolor que la aquejaba.
¡Ay mi hermanito del alma se ha ido!-decía en su llanto doloroso
Y abrazada de sus dos sobrinos que acudieron a darle consuelo, arremetía con más brío, arrojo y voluntad.
-¡Ay Diosito porque te lo llevaste tan bueno que era mi hermano querido!
Y volteando a ver a uno de sus sobrinos, con tono completamente normal le dice-“no se te olvide el saco de frijol que me prometió mi hermano antes de morir”- y nuevamente le arremete el llanto inconsolable.
-¡Ay que será de mi sin mi hermano consentido, el mas bueno!
Y volteando con el otro sobrino le dice con el tono de voz normal como si nunca hubiera llorado o sufriera alguna pena.
-“Dame un cigarro”
Otro ataque de llanto y nuevamente ordena a su sobrino.
-“Pásame un fosforo”
Esta es una pincelada tenue de lo que fue una vieja habitante de mi pueblo la Daría Cebreros.

sábado, 14 de junio de 2008

HUMOR SINALOENSE


Mi papá cuando era joven y soltero, era delgado tirando a flaco. Esa delgadez lo hacia verse mas alto de lo que era-medía 176 cms-.Lo conocían en todas las rancherías vecinas de las Higueras de los Vega, porque era muy fiestero y cantador. En sus tiempos –como en parte de los míos- se acostumbraban mucho las serenatas, y mi viejo salió bueno para la cantada , por lo que era requerido por amigos parientes y hasta por algunos desconocidos que habían oído de el . Todavía casado y con hijos batalló mucho para ganar peso, y finalmente gracias a el sedentarismo y las cervezas en exceso, se puso tan gordo y panzón que quienes lo conocieron de joven y dejaron de verlo se asombraban de su nueva apariencia.
En el rancho vecino al de nosotros vivía una señora -Doña Adelita-que tuvo un negro pasaje en su existir. Resulta que –según cuentan las malas lenguas-, salió un poco ligera de cascos y aún estando casada y con hijos-creo que solo uno y era varón –se enredaba con los muchachos de la localidad .No es que ejerciera la prostitución abierta, sino que a ella le gustaba y disfrutaba de los amores ajenos. O hacía sus cosas con mucha discreción o su marido se ausentaba mucho no supe, la gente dice que fue sorprendida por el esposo en brazos de un “cobijudo”, y la infiel amante al ser enfrentada por el esposo, optó por deshacerse de el dándole muerte a puñaladas, lo hizo y el hijo al ver la tragedia ocasionada por su madre, se declaró culpable, cumpliendo una condena que no le correspondía. La señora siguió radicando en el lugar aparentemente sin asomo de arrepentimiento.
En tiempo de lluvias, ”en las aguas”, decimos en las Higueras, Aparecen en las tierras de cultivo miles de variedades de animales , culebras mariposas conejos etc. Una variedad de lagartijas que se aparecen en gran cantidad, les llamamos “güicos”, estas lagartijas son color café oscuro con dos francas longitudinales desde la cabeza a la cola. No es que no haya esta variedad antes de las “aguas”, sino que se ven muy poco y los que uno se encuentra son mucho mas delgados –de por si lo son en su apogeo- y escurridos.
Ese día Chachito-mi papá – fue al pueblo vecino a acompañar a los deudos de un compadre muy querido por el .Estuvo en el velorio saludando a gente que hacía mucho tiempo no había visto. Miró a doña Adelita que a pesar de los años y sus antecedentes, andaba con paso firme y cabeza erguida. La reconoció y se acercó a saludarla.
-Como esta doña Adelita- Le dice Chachito
Acerca la señora su cara a Chachito y lo recorre de arriba abajo con sus ojos afectados de presbicia.
-¿Quien eres tu muchacho?-Inquiere la betarra
-Soy Chachito el de las Higueras ..¿ya no me conoce?
-¡Chachito!,…Como te iba a conocer si estas tan gordo. La última vez que te vi parecías güico antes de las aguas.

viernes, 13 de junio de 2008

CALLE PRINCIPAL DONDE CORRE EL ARROYO

EL BURRO PRIETO



En el rancho, se acostumbraba-cuando éramos chicos- juntarse en la mullida arena del arroyo, que cruzaba la calle principal, después de bajar del cerro cercano. Ese arroyo crecía mucho en sus venidas en tiempos de aguas, pero era mas el tiempo que estaba completamente seco y siempre en lo que sería su lecho estaba cubierto por fina arena blanca donde retozábamos libres todos los chamacos de la ranchería. Pues en las noches siempre se juntaban los chamacos mas grandes a sus juegos rudos y los mas pequeños a correr jugando: salta la piedra, ronchiflón, encantados, vaqueros etc. Y los más grandes jugaban a la nalgada, burro castigado o simplemente se juntaban a platicar tallas que celebraban con ruidosas carcajadas. Nunca miramos fumar a nadie –por lo menos de la chamacada – si alguien lo hacía es que ya era adulto.
Una noche que se juntaron los chamacos mas viejos ya pasaban de las 10 de la noche y seguían con su algarabía, cuando llegó hasta ellos un burro negro de buena alzada ,pero muy mansito, -según comprobaron después-pues no necesitaron laso para detenerlo y jugaron a ver cuantos plebes podía el burro .Se empezaron a subir los chamacos y vieron con asombro que aunque ya había cinco plebes arriba del burro siempre había espacio en sus ancas, así que se siguieron subiendo festejando la puntada de que el burro se estirara. Ya estaban arriba 10 chamacos y aún quedaba espacio, para el último que se encontraba abajo y que era el mas pequeño de la bola –era Chibetito- Chibetito antes de subirse quiso hacerles una trastada a los plebes y pensó alborotar al burro picándole el fondillo, le levantó la cola y cual no fue su sorpresa que el burro no tenía culo.Asombradisimo le dice al que está mas cerca que se baje a mirar , lo hace el plebe y entonces se les prende el foco y corren a su casa atraer un asador de fierro-como para brochetas ,puntiagudo y largo-.Vuelven con el y empiezan a forcejear queriendo agujerar al burro por atrás-para hacerle un culo,dijo Chibetito que esa era su intención,-.Al sentir los piquetes que con fuerza arremetían los plebes por debajo de la cola del burro este pegó un respingo , y se desaparece entre una peste a azufre , regando en la arena a los que ya estaban arriba , que no pararon hasta llegar a sus casa y no volvieron a quedarse tan noche en sus juegos ,pues quedaron seguros que el diablo se los iba a llevar..

LA BICICLETA DE CHIBETITO



Chibetito salió muy malo para la escuela. Tenía 8 años de edad y estaba en primero pues ya dos años consecutivos había salido reprobado. Sin embargo tenía otras habilidades que lo hacían sobresalir en el poblado, sobre todo era admirado por sus amigos y compañeros de clases. Era sumamente diestro en el manejo del trompo, además poseía uno que era de corazón de guayacán-duro como codo de regiomontano-y que durante los últimos tres años no habían podido rajárselo, sin embargo con el había quebrado un sinfín de trompos de sus rivales en ese bonito juego infantil. En la catota – ni se diga-, al ahogado, rueda carroza hoyitos, o la variedad de juego que fuera, Chibetito se las agenciaba para salir ganador en esas lides .Lo mismo destacaba en el manejo de el yoyo donde dejaba alucinando a los chamacos con sus mañas, artes y destrezas tales que parecía un profesional del mismo. Les dedicaba mucho tiempo a sus juegos, y era un apasionado de ellos , lógicamente , todo lo que le dedicaba a los juegos se lo quitaba a la escuela y nunca hacía una tarea, no llegaba a tiempo a las clases y con frecuencia hacía novillos o se iba de pinta, cosa que se reflejaba en sus boletas finales año con año.
El primer año que reprobó fue duramente regañado por su papá. Después de unos días –a este le remordió la conciencia-y le prometió que si pasaba año escolar le regalaría una bicicleta .Pasó lo que sabemos, Chibetito reprobó y vuelta la burra al trigo, el papá le dio unos fajos con un varejón cotagüi, lo hincó sobre unos granos de maíz y días después le prometió una bicicleta adornada con cintas de colores y colguijes en los manubrios, si pasaba el año escolar. Chibetito dijo que si y hasta se le vio muy entusiasmado. Pero volvió a reprobar, llegó con la boleta en la mano se la entregó al padre y este le brinda su s manotazos y procede a recetarle la filípica ..”mira Chibetito-le dice- si este próximo año le metes ganas , haces tus tareas y te dedicas a tu escuela te voy a comprar una ……” ..No terminó el pobre padre pues el perdulario chamaco se da la vuelta al tiempo que le dice ..”Ah Pa como chinga con su bicicleta”

miércoles, 11 de junio de 2008

EL BURRO Y LA DEMOCRACIA


¡A BURROS!
Salieron temprano con el burro al cerco, el padre y el hijo. Trabajaron todo el día mientras que el burro se la pasó comiendo, amarrado a un broto de güinolo, quizá soñando con alguna conquista juméntica del rancho, o lamentándose de la mala vida que llevaba.
De regreso en la tardecita iban los dos montados en el noble rucio, cuando escucharon el comentario mordaz de un vecino, que le decía a quien lo acompañaba:”Mira ese par de desconsiderados, con tan buenos pies y los dos arriba del pobre burro, nomas falta que lo quiebres del espinazo con tanto peso”. Oyó el padre el sarcástico comentario y pensó que efectivamente , ni iban muy lejos –aunque si cansados por la labor del día-ni estaban incapacitados para caminar , así que pensar y actuar fue una sola cosa y se brincó del jumento dejando solo a su hijo cabalgando , mientras el caminaba atrás con cansino paso.
No había pasado 20 metros de su caminar cuando otros vecinos se lamentaron en alta vos: “ que cosas vemos en estos tiempos, el niño con toda su energía y juventud muy horondo arriba del burro , mientras su pobre y viejo padre va caminando , con lo que le han de pesar los años ,por eso estamos como estamos” se lamentaban los charlistas .
Es cierto –pensó el padre del muchacho- yo soy el que realmente trabaja duro, pues mi muchacho mas se la pasa soñando y mirando pasar las nubes , y es justo que sea yo el que vaya sobre el asno , para descansar un poco. Dicho y hecho, bajó al plebe del burro y de un salto se encaramó en el, le jalo los pelitos para que agarrara su andadura y se sintió bien.
No bien lo había hecho cuando dos señoras que se encontraban justo donde ellos pasaban, largaros su mortífera opinión. “Viejo borracho y desobligado, mira que ir tan campante arriba de ese burro, mientras el pobre niño desvalido, va todo sudoroso y encalmado, eso si que es cobardía”- se retiraron muy enojadas las señoras después del comentario, dejando al pobre hombre todo desconcertado-“¿Y ahora que hago?-se preguntaba - ¿Qué es lo correcto? “.El mismo se respondió y se baja del pollino, echándose a caminar tras el junto con su hijo, para sentirse bien y no ser ya blanco de comentarios incisivos
Apenas había iniciado su periplo caminando ambos tras el burro, escucha a un vecino que dijo ya no comentando , sino gritándole a el ..”Mira que serás bruto, pa que quieres el burro pues si no lo vas a montar, que el burro pa eso se hizo no pa que lo lleves de adorno”.
Ya me cayó el veinte, dijo campesino, el que le quiere dar gusto a todos no queda bien con nadie .Lo mismo pasa en nuestra querida democracia, todo mundo vocifera y nadie deja trabajar a nadie.

lunes, 9 de junio de 2008

DOMINGO SIETE-PLEBES DE MOCORITO



Los hermanitos comiendo sandía
Dedicado a mi hijito -Nelito-por cumplir año este 9 de Junio

Eran Dos hermanitos que siempre andaban juntos, para todas partes .El mayor, era 2 años más viejo. Era además de muy buen juicio, mientras que el pequeño no lo era tanto. A pesar de que Vivian en el área rural, acostumbraban a andar solos desde pequeños. Recogían la leña, que luego cargaban en el viejo burro, o buscaban y recogían los sobrantes de las cosechas de cacahuate y maíz, que acostumbraban sembrar en esas aéreas donde ellos moraban.
Cierto día que salieron temprano de su casa, cuando andaban más tranquilos recogiendo mazorcas de maíz, escucharon mucho ruido y carcajadas. Como estaban en una lomita, tenían dominado el panorama y sin mucho esfuerzo lograron ver de qué se trataba esa algarabía.
Eran unos 8 bandidos que venían corriendo en sus caballos, con mulas cargadas de los tesoros sustraídos a los ricos de la región. Esta era una banda muy buscada por las autoridades, pues mantenía asolada la región sin que nadie los pudiera detener. Para no ser vistos los chamacos corrieron hacia un frondoso árbol que se encontraba cerca de donde ellos estaban, se subieron a el y entre la espesura atisbaron a su gusto siguiendo el movimiento de los facinerosos, que para su mala suerte se dirigieron directamente al árbol que ellos ocupaban. Se mantuvieron en silencio, el hermano mayor ya había aleccionado al pequeño que no hablara, viera lo que viera y pasara lo que pasara. Los maleantes llegaron a la sombra del gran árbol y se plantaron con intenciones de descansar y continuar bebiendo del apestoso aguardiente que llevaban y que ya estaba mareando a los dos hermanos .Dentro de sus gritos y borrachera empezaron a cantar de manera desentonada una vieja canción, muy conocida por los pequeños. “Lunes y martes y miércoles tres, jueves y viernes y sábado seis” -entonaban los briagos malhechores, sin pasar de ahí y repitiendo machaconamente la canción , hasta que el mas pequeño no se contuvo y grito con todos su pulmones .. “Y DOMINGO SIETE HIJOS DE UN GALLETE “…Los ladrones se alarmaron, pero al ver que eran solo unos niños se subieron al árbol para bajarlos, solo que en ese momento guiados por el escándalo llegaron al lugar la partida de soldados que andaban tras ellos tomándolos sin resistencia ya que estaban desarmados y encaramados en el árbol.
A los chamacos les fue bien, pero ese grito de “domingo siete” los descubrió, por eso cada vez que alguien “la riega”, mete la pata o hace algo indebido le dicen “ya saliste con tu domingo siete”., en recuerdo de aquel pequeño que no pudo contenerse y habló donde no debía hacerlo.

viernes, 6 de junio de 2008

PERSONAJES DE MI PUEBLO-COMPA CHE Y PEDRO INFANTE

En la foto Pedro Infante y sus Padres

Vivian cerca de nuestra casa , a solo unos 20 metros , eran hermanos los seis, tres hombres y tres mujeres .A mi se me hacían igualitos todos ,: Muy prietos ,delgados ojos chiquitos muy negros, chapitos y muy reservados con el resto de los vecinos. Cuando los conocí ellos ya eran adultos todos, no conocí a sus padres. Eran de raza Cahita autentica y sin mezclas.
Manino el mayor era muy borracho, murió joven a causa del vicio. Fue el que mas socializó en el rancho y el que se llevaba con todos, los demás José y Fausto, siempre fueron muy trabajadores y les asustaba todo lo desconocido, desconfiaban de todos y no se montaban a un burro o a un caballo ni aunque los azotaran, pues les daba mucho miedo hacerlo.
Las mujeres se llamaban Chinta, Lique y Martina, eran más tímidas que sus hermanos y como ellas no salían casi pues tenían pocos amigos, sin embargo su tiempo sin chismes ni salidas a vagar lo aprovechaban muy bien trabajando en su casa y cuidando una huerta que tenían a la vera de la calle. La huerta estaba en un cerquito como de 20 metros cuadrados con un a noria al centro, como ellas todo el día regaban sus hortalizas- que eran muy buscadas por todos en el rancho-el agua de la noria era la mas limpia y sabrosa de toda la ranchería, además el terreno en el que se encontraba que ahí llaman tucurubay, permitía que hubiera un filtramiento excelente .Estas mujeres siempre se vestían con faldas largas que solo dejara ver sus pies y tapadas con rebosos enseñando solo los ojos como Árabes.
A todos se les conocía como los “Güitas”, yo deduzco –conociendo a mi gente en el rancho- que era un apocope o que sabiendo que alguien los llamó Cahitas – por su origen ya que estas tribus se asentaron desde Mocorito hasta el Yaqui– este término fue deformándose hasta decirles así.
La Martina , por ser la mas joven fue la mas desenvuelta de las mujeres, y en platicas de confianza , decía que ella ahí donde la miraban muy india , había tenido un pretendiente de gorra- creo que traer gorra de fieltro o sombrero tejano era símbolo de gran nivel-pero como era muy “embófido” y “ ampolático” prefirió ignorarlo, nunca supimos que quería decir con eso, como cuando la Manuela Castro le enseñó un dibujo que había elaborado con crayolas y le puso papastú en los lados como marco, según la Manuela ella dibujó a “Jesusita en Chihuahua” y la Martina nos dijo que la Manuela era muy buena para dibujar pues había hecho a “Jesusita del Estado”.
Compa “Che” le decíamos a José, también le gustaba el pisto, pero en pocas ocasiones lo hacía, creo que solo cuando le tocaba destamar maíz o frijol en la casa den que Cota, y cuando andaba pistiadito se volvía muy platicador, una vez compuso un verso- el decía que tenía el corrido completo de Chepe Vega , este Chepe había desaparecido una noche del rancho , y siendo de mucho dinero y muy bohemio y cantador , pues se tejieron muchas leyendas acerca de su destino , hasta ahorita nunca se supo que le pasó-La cosa que solo un verso dijo compa Che y dice así: De las Higueras al Palmar, ya no se puede ni andar, mataron a Chepe Vega, y no se supo ni quien-buena rima Tacho-Platicó compa Che también que en una ocasión el jugó beisbol contra Pedro Infante , y que bateó Pedro tremenda línea por la tercera –esa base dice el que jugaba- y se prendió de la línea haciéndole out al Ídolo de Guamúchil y que al terminar el juego se le acerca Pedrito y le dice “Ah indio jodido sos un gavilán”

CHIBETITO Y SU RUEDA JUEGOS SINALOENSES



Antes, cuando éramos pequeños, no existía la magia de la TV en nuestros poblados, mucho menos el X box o el internet. Nuestros juegos eran, por lo tanto, sencillos y baratos, muchas veces creados por nosotros mismos y dejando que la imaginación infantil hiciera el resto. Yo recuerdo haberme encontrado en el cerco una raíz de malva con una forma asombrosa de pistola,. Cacha de revólver vaquero el tambor y cañón parecían de verdad- bueno eso se me parecía a mi en ese tiempo- la cosa es que la traje tanto conmigo y permaneció tanto en mis juegos de texanos contra bandidos, que la cacha se alisó de tal manera que brillaba, y si antes no tenía la forma de pistola, con el tiempo y las ganas de que lo fuera se hizo mejor que una de fábrica. Andar a caballo montados en una palo con un mecatito de rienda e ir a los mandados en el , era cosa común .Jugar con un pedazo de tallo de cactus-pitahaya- a la cual se le sacaba un bocado redondo en el medio quedando dos ruedas de espinas que dejaban una huella de carro bien marcada , la empujábamos con un palo largo con horqueta y nos paseábamos por todo el rancho dejando la huella marcada de nuestro juguete, de la que nos sentíamos orgullosos. Ya quienes tenían oportunidad y lograban hacerse de una rueda vieja de carro o un rin de bicicleta se paseaban más salerosos demostrando su mejor nivel a la plebada .Chibetito era uno de los afortunados plebes del rancho que nos presumía con su llanta de carro en la que muchas veces metía acorrucado a un compañero de juegos y lo paseaba empujándolo o lo dejaba ir en las bajadas hasta donde se detuviera la llanta, terminando bien mareado el valiente que se metía en la misma. Chibetito no dejaba su llanta ni para dormir, ya que la metía bajo el catre para que no se la robaran. La llevaba a la escuela, y hasta cuando jugaba beisbol traía su inseparable llantita. Su mamá lo regañaba mucho por la llanta y era mas fácil que un plebe dejara de orinarse por las noches que Chibetito dejara la llanta .Ese día, su mamá lo mandó a comprar manteca, le dio la jarrilla el dinero y empieza Chibetito a preparar su llanta para irse al mandado, cuando miró la madre que estaba batallando para detener la jarrilla, pensó –con razón- que el plebe le iba a tirar la manteca si se empeñaba en ir con la llanta y se puso a regañarlo duramente , prohibiéndole que fuera al mandado con la llanta .”Me vas a hacer un tiradero de manteca si te largas con la llanta al mandado”-dice ya bien enojada la Agustina, que así se llamaba la mamá,-.
”No ma no pasa nada ahorita vengo”- dice el plebe-
“Si te llevas esa llanta te voy a dar unos fajos” dijo la Agustina y ya con un varejón cotagüi de guácima en la mano
Al ver la resolución de su mamá , Chibetito se puso a llorar y a reclamarle airado..”¡Tu lo que quieres es que me vaya a pie al mandado! , todos los plebes se van a reír de mi” le decía , al tiempo que salía corriendo sin su llanta a traer la manteca.

jueves, 5 de junio de 2008

GUAMUCHILENSES ESTUDIANDO EN EL D.F.


MITO
Así le llamábamos, desde que me acuerdo, fuimos compañeros en la secundaria en Guamúchil. Cuando varios de nosotros llegamos al DF, el Mito ya tenía dos años de contabilidad en la ESCA y aún vivía en el departamento de Pino en la colonia Santa María la Rivera. Reitero lo que en otras líneas he dicho , ahí en ese departamento vivíamos 24 gentes .Dos ya adultos que se dedicaban a trabajar y no habían estudiado, el resto estudiantes de diversas escuelas .Uno de los sellos característicos del estudiante pobre, es que se dificulta mucho la comedera – y en esa edad uno siempre anda hambriento , realmente no nos llenábamos con nada-, generalmente llevábamos conservas- chilorio, chorizo, chicharrón de lonja- de nuestro pueblo , pero se acababan pronto y si no llegaba el giro a tiempo eran penitencias buscando la papa. , aunque siempre nos metíamos el hombro uno a otro. Ese día era domingo –eran los peores días pues nos cerraban la fonda –y ya a media tarde , raspando las bolsas y los belices logramos juntar para unos taquitos de cabeza, Mito no estaba ,pero andaba en las mismas con mucha hambre , terminamos de comer los tacos y solo el Chava tenía medio taco aún cuando miró que el Mito iba entrando a la casa y para que no lo viera comer se escondió tras la puerta que se iba abriendo, apenas lo había hecho cuando sintió el arañazo en sus manos y el medio taco voló en las del Mito que agarrando y tragando sin saborear nada nomás alcanzó a decir …”¿Qué era loco?”.Otro domingo juntamos nuestro dinero y jugamos un volado para ver que fin le dábamos al mismo. Águila..vamos al cine, sol compramos tacos y comemos , ganó águila así que agarramos toda la México Tacuba caminando y nos metimos al cine Cosmos, salimos como a las 8 de la noche los seis , junto con el Mito que era parte de la raza que siempre saliamos,.Nos fuimos caminando al departamento y como a la cuadra caminada nos dimos cuenta que el Mito no iba , nos extrañó y empezamos a averiguar que había pasado con el , Donde se quedó el pinche Mito , pa donde agarraría , no lo pepenaría un poli por ay y ni nos dimos cuenta .En eso estábamos cuando oímos el tropel, alguien venía corriendo a todo lo que daba por la acera donde nos encontrábamos especulando la suerte de nuestro paisano . ¡Cabrón que creen ¡ el del tropel era el Mito que venía en chinga loca con un asador lleno de pollos rostizados , que se había robado de una rosticería que estaba a nuestro paso..¡Quítenmelos que me vengo quemando plebes ¡ gritaba como poseso.
Un domingo que amaneció en una peda con otros paisanos de la colonia San Rafael como a las 5 de la mañana pasó por la ostionería Boca del Rio que se encontraba en la México Tacuba, miró unas harpías de ostiones que dejaron recargadas en la cortina y cargó con una, llegó al departamento pedo aún y casi cayéndose por la carga que llevaba y diciendo todavía. “quedan dos costales , vamos por ellos, no son de nadie , están solos tirados”. Lo último que supe del Mito es que trabajaba como jefe de piso en una televisora de Monterrey

REMEDIO MATERNO EN MOCORITO


COSAS QUE PASAN

Los plebes ya tenían 8 años el mayor-Cristino-y 6 su hermano-Afra-.Andaban descalzos , mas por comodidad que por falta de huaraches,. Huaraches tenían, elaborados en casa con baqueta de vaca y correones de el mismo cuero, Chacho su papá los hacia en menos de que canta un gallo, Con su trucha, su alezna, martillo y puntillas se armaba. Ponían el pié los plebes en la superficie de la baqueta y lo marcaba con la misma alezna para cortar diestramente con la trucha. a veces para que la suela fuera mas gruesa y resistente , le ponía hule de llantas viejas. Apoyado en la piedra de amolar, martillaba hasta terminar los huaraches que quedaban formados como los que ahora llaman pata de gallo y son tan populares y dan tremendas rasquiñas en los pies, pues son de plástico y vulcanizados con un producto químico llamado hidroquinona- esta sustancia es la causante de dermatitis de contacto que después de la quemada en los pies deja manchas blancas como el vitíligo-.Guaraches de tres piquetes o tres puntadas, les llamaban.
El andar descalzo formó en la planta de los pies de los plebes, gran callosidad que les defendía de la temperatura de la tierra y hasta de algunas espinas, que a pesar de que estaban alojadas en la planta no llegaban a causar dolor.
Ese día salieron al cerco a cambiar las bestias-mulas que usaban en la labor arando- y como siempre,se fueron descalzos, montados en el viejo burro que habían agarrado en el basurero de la localidad- era el único que se dejaba agarrar por los plebes , ya que los demás eran muy briosos y ariscos y nomas miraban que alguien se acercaba con mecate en mano , estos emprendían loca carrera que ni andando a caballo los alcanzaban – . En el viejo burro bonchi- porque le habían cortado la cola de un machetazo en sus tiempos mozos, cuando tenía gran energía y no lo habían capado, en esos tiempos el burro era mañoso y cerquero y como condecoración le quedó la cola mocha y la oreja gacha.
Caminaron por “la punta de la carrera” se bajaron en la entrada , abrieron la puerta de alambre y amarraron el burro nomás entrando, se fueron caminando por la tabla de la bambarria , pasaron el güinolar caído –pues habían desmontado recientemente- y ahí sintió Cristino que algo le había picado, cuando buscó a ver que era se arrimó gran susto pues al lado de donde había pisado y sentido el piquete , estaba tremendo escorpión- lagarto de Gila- con su hocico babeante y levantándose haciendo lagartijas como queriendo pelear, Sabiendo que estos animales son muy difíciles de matar- por lo menos a pedradas pues son muy aguantadores y duros, optaron por alejarse corriendo y a pesar de la molestia en el pié lo hizo con agilidad. Regresaron sin más incidentes, pero ya en casa se revisó a conciencia, limpiando la planta del pie y fue cuando alcanzo a ver una espina como de un centímetro que se encontraba incrustada en la callosidad y algo mas profunda. Por lo profundo y la dimensión de la espina corrió con la Chaga –su mamá –para que le hiciera el infalible remedio saca espinas-este consistía en dejar caer la cera de una vela encendida, en el área donde estaba la espina, dormía así toda la noche e invariablemente al día siguiente se aparecía la ampolla de la quemada expulsando el objeto extraño de una forma segura. “Espérate a que este acostado”-le dijo la Chaga, porque no vas a sentir y así no me pateas. Por la noche ya estando dormido Cristino, la Chaga procedió a la curación, sabía que era el talón del pie izquierdo , se agachó en el viejo catre de jarcia donde dormía y sin vacilación tomó el pie y dejo caer la cera en el área afectada sin que el plebe se moviera siquiera.
Al día siguiente al revisar la quemada, no se aguantó y pegó tremendo grito que sorprendió a todos en la casa.¡ Amá me quemaste el pie que no tenía nada!, efectivamente así fue , lo que pasó es que en la noche Cristino dormía boca abajo , la Chaga agarró el pie que ella creyó era el izquierdo ,pero no lo fue. A la noche siguiente le quemaron el correcto y la cosa no pasó a mayores.

martes, 3 de junio de 2008

ESTUDIANTES GUAMUCHILENSES EN EL D.F. 1969


EL YAYO
Hilario Partida Angulo alias el Yayo. Un ser que se hizo hombre, mas bien que creció hasta hacerse adulto, viviendo siempre del sablazo y el engaño en su natal San Pedro Guamúchil, “el otro lado de la vía”. Nació en el barrio del cochi y se crio junto con el “charras” , el “Tarimas” y otras lacras de San Pedro, se la llevaba en la orilla de la vía aprendiendo de los cargadores-con Chayito Mendivil y otros conocidos estibadores.
Soportarlo en el barrio era una cosa, hasta nos ocasionaba gracia, se nos hacía chistoso y festejábamos sus salidas, pero eso porque a la hora que queríamos nos íbamos de donde el estuviera. Pero tenerlo viviendo en nuestra casa. ¡Ah! Eso si estaba duro de veras.
Estábamos estudiando en el DF medicina en el IPN, vivíamos amontonados, prácticamente, en un departamento de tres recamaras, pero éramos 24 pelados, ya se han de imaginar como nos las gastábamos para entrar al baño a lo que fuera. Éramos muchos y parió la abuela. Un malvado día tocan la puerta del departamento, y después de cerciorarnos que no era el administrador que iba por la renta, abrimos y nos da de golpe la presencia inconfundible del Yayo. El Yayo, el sablero número uno del mundo, el mas corriente ser de la tierra estaba en nuestra puerta pidiendo, con cara de yo no fui, humildemente que le permitiéramos quedarse, solo esa noche, pues al día siguiente iría con un amigo que trabaja en la Secretaria de la Reforma Agraria y quien le daría trabajo (¿)-si nunca ha trabajado este perdulario, barbaján-.Ni modos el vato es del barrio , anda muy lejos y nos considera sus amigos(gulp). “Pásale, ya que, nomas que no hay donde dormir, ni cobijas ni nada”-dice alguien- “No importa solo me quedo por un ratito “dice el demonio –retorciéndose de felicidad anticipando el desmadre que nos iba armar en el depa-.Ese domingo –como todos cuando cerraban la fonda donde nos asistíamos-íbamos a pasarla en blanco con la comedera a dormir mucho ,para no sentir el hambre, pasó el día y en la nochecita nos cae el Yayo con un liacho como de 40 tacos de frijol refritos, nomás brillaban las tortillitas de la manteca que tenían ah Yayo eres grande decíamos, ¿ como le hiciste si no traes dinero?..”Fácil –decía el tlaconete- no me agradezcan, no es nada”.”Ah pero si les digo-alzó la voz- que si van a necesitar sus zapatos del uniforme –de médico- vayan temprano a la fondita de la esquina a desempeñarlos por 50 pesos dejé los zapatos de los tres “..¡Ya lo sabíamos! Nada bueno podría venir del Yayo.

NUESTRO ANGEL EN MARMOL MAZATLAN SINALOA


ÁNGEL DE LA GUARDA
Éramos 3 médicos .Hacíamos los 3 el servicio social en la comunidad de Mármol, Mazatlán Sinaloa. Los tres proveníamos de escuelas diferentes y ese lugar nos unió, por nuestras profesiones .Fred y Efrén lo hacían en el IMSS, yo en SSA. El poblado de Mármol basaba su economía en una Cementera, donde todos sus trabajadores estaban asegurados y eran atendidos por mis amigos y colegas, los campesinos de las rancherías circunvecinas, los comerciantes y maestros y algún otro habitante de la comunidad los atendía yo.
Al tiempo de conocernos y llevar ya una sólida amistad, nos turnábamos para que los fines de semana uno de nosotros quedara prácticamente de guardia en las dos instituciones y los otros dos, junto con algunos amigos de la cementera, se dedicaran a divertirse: Ir a pescar al mar que estaba a 100 metros, tomar cerveza y jugar dominó o baraja.
Ese día era domingo, y en Mazatlán la fiesta estaba en todo su apogeo con su ya famoso carnaval. Nos alborotamos y los tres, además del farmacéutico, salimos rumbo al puerto a formar parte del festival de la carne. Nos fuimos en el Superbee de Efrén felices porque andaba estrenando el carro, tremenda máquina de 8 cilindros deportivo azul claro con franjas de punta apunta. Anduvimos tomando bebidas toda la tarde y parte de la noche, hasta quedar completamente embriagados fatigados y somnolientos decidimos que era hora de retornar y así lo hicimos. Efrén manejaba e iba tan ebrio como nosotros, el motor del Superbee rugía por la carretera Mazatlán a Culiacán, al rato todos dormíamos como angelitos y roncábamos más que el motor del deportivo dejando a Efrén solo a cargo de la manejada. Que pasó, quien sabe, la cosa es que despertamos bruscamente al unísono todos los dormidos y creo que también el chofer, por que fue el primero que pregunto ¿Qué fue eso?... Fue un ruido tremendo, como si hubieran golpeado fierro con fierro pero de manera brusca y potente, pero salvo el atronador ruido que nos despertó, todo parecía estar bien, el carro seguía a buena velocidad y no se miraba en la carretera nada que nos hiciera sospechar algo raro. Sin embargo nos paramos para estirarnos y tirar las chelas ingeridas , Efrén maniobró para un llanito al lado de la carretera y al querer abrir la puerta de su lado no pudo estaba atorada, lo mismo paso con la de atrás del mismo lado , por mas que se empujaba nada , salimos por el otro lado y al revisar que atoraba las puertas del lado del chofer nos quedamos con la boca abierta y en ese instante se nos bajó la peda a la mitad de la altura del auto , de punta a punta siguiendo la raya de lujo del Superbee estaba la lámina cortada como con abrelatas , y de la misma manera enrollada. Todo indicaba que habíamos raspado contra algo duro y fuerte, ¿contra otro carro?, ¿contra algún cerro?..Sepa la bola, pero el golpe era para que el carro hubiera sido volteado o por lo menos perdido el control y nada sucedió, el chofer seguramente venía dormido, como nosotros, y no supo decirnos que había pasado, pero lo que si digo y estoy seguro es que nuestro Ángel de la guarda actuó a tiempo y nos conservó sanitos sanitos pues hasta la borrachera nos quitó.